INDOLENCIAS
Como una persona de la que el médico pretende saber si se encuentra ubicada en tiempo, diré que, hoy es sábado 23 de mayo del año 2020 y para mayor seña de mi cordura, también escribiré que hoy se conmemora el “Día del Estudiante”.
A
partir de la era de las tecnologías de la comunicación, se acostumbra en
celebraciones como la de hoy, enviar memes o fotos con mensajes alusivos de
manera que me recuerdan una frase que se utilizaba en un juego de mi niñez y en el que, quien
lograba llegar a un sitio determinado sin ser descubierto, decía a voz en
cuello, enorme contento y de corridito: “uno dos tres por mí y por todos mis
amigos”, salvado él, salvaba a todos.
Ahora
así es, un meme o una foto sirven para felicitar a uno y a todos. Nada
personalizado.
Entonces
y para sentirme en la modernidad, pensé colocar en mis redes un meme, una foto
o, en el colmo del desprendimiento, una frase alusiva. Pero no, hoy ha sido un
día raro.
O
seré yo.
O
serán los tiempos.
Que el Coronavirus, que no, que Covid 19, que no que Sars cov no sé qué más.
Pero
no es el virus, es lo enseña, lo que desnuda.
Los
errores, las omisiones, la impericia.
Que
si en la UAZ se propuso y se aplicó de forma parcial el proyecto UAZ Siglo XXI,
que cambiaría el modelo de enseñanza aprendizaje.
Que
si el programa o plan de gobierno del actual rector contiene el compromiso de
implementar la educación a distancia y no prosperó.
Que
si en la UAZ toda y en la Unidad de Derecho una, no se aprovechan las
capacidades humanas y materiales para potenciar el uso de las tecnologías de la
información y de la comunicación en la enseñanza.
Que si todo eso y más.
Y
que reclúyanse ¡¡¡pero ya!!! Y que la educación a distancia y que cada quien
vea como le hace y qué enseña y cómo lo enseña. Y que exámenes en línea igual
cada quien y que después de dos meses las autoridades van a decidir qué
evidencia se entregará para demostrar que se trabajó.
Que
¡ah sí¡ eso era desde el principio pero se nos pasó.
Que
en todos los niveles educativos la enseñanza en línea es un éxito.
¿Qué
quién demonios nos preparó para semejante éxito?
Que
nadie, que no es cierto.
Que la premisa de la educación a distancia es el entendimiento del estudiante de que bajo este esquema se requiere un compromiso mayor, que debe realizar actividades que no hace de ordinario: leer, investigar, trabajar en grupo… y pensar en el maestro sólo como un orientador, no como un sabelotodo. No lo es. Tampoco se cumplió la premisa.
Que
no, que no estuvimos preparados.
La
indolencia nos ganó. Las oportunidades estuvieron y las dejamos pasar.
Sí,
aún es 23 de mayo.
Sí,
algunos no tendremos compostura.
Otros,
los jóvenes, gozarán de nueva oportunidad.
Entonces y por esto, ¡Felicidades!
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