miércoles, 6 de junio de 2018

Recomendación de lectura

Detalle mural principal Unidad Académica de Derecho, UAZ, Foto: Abigail Gaytán.


PhD. Iván Noé Martinez Ponce
Doctor en Sociedad y Cultura Contemporánea 
Docente Investigador, UAD, UAZ




“…habría que evocar el fratricidio perpetrado por Caín, y en tal caso el papel de detective le corresponde a Dios” (Moreno, 2008: 16)

21 de Baker Street

En esta ocasión me gustaría presentar una recomendación para leer en verano. Se trata del libro intitulado: “Sherlock Holmes y la investigación criminalística”, editado por el INACIPE en 2008 y de la autoría de Rafael Moreno González.

En este libro, que, aunque pequeño en extensión y tamaño, es grande en reflexión, Rafael Moreno nos invita, de manera amena, a meditar sobre la importancia de un pensamiento lógico, racional y científico. Para ello utiliza la figura literaria del más conocido de los investigadores privados, me refiero Sherlock Holmes creado por Conan Doyle.

Así, Moreno González hace un recorrido por el contexto en el que se crea la figura de Sherlock Holmes. Da cuenta la admiración que Conan Doyle tenia por uno de sus maestros, Joe Bell, un médico que, con grandes cualidades de observación, sagacidad e inteligencia, logró despertar el ingenio de Doyle.

Un ejemplo de ello es la cita retomada por Rafael Moreno Gonzáles respecto a la agudeza del propio Bell, dicha cita es tomada de la revista Lancet del primero de agosto de 1956:

“Entró una mujer con un niño pequeño. Joe Bell le dio los buenos días y ella se los dio a su vez en respuesta.
-¿Qué tal la travesía desde Burntisland?
-Ha sido buena.
-¿Ha sido buena también la caminata por Inverleith Row?
-Sí.
-¿Y qué ha hecho con el otro chiquillo?
-Lo he dejado con mi hermana, en Leith.
- ¿Trabaja usted todavía en la fábrica de linóleo?
-Sí, todavía.
- Vean señores, que al darme ella los buenos días he notado su acento de Fife y, como ustedes saben, la ciudad más cercana a Fife es Burntisland. Habrán notado la arcilla roja en los bordes de las suelas de sus zapatos, y en veinte millas a la redonda de Edimburgo solo se encuentra arcilla roja en el Jardín Botánico. Inverleith Row pasa por ahí, y es el camino más corto para venir desde Leith. Habrán observado que el abrigo que lleva colgado del brazo era demasiado grande para el niño que la acompañaba y que, por tanto, había salido de su casa con dos niños. Por último, tiene dermatitis en los dedos de la mano derecha, lo cual es característico de los trabajadores de la fábrica de linóleo de Burntisland.” (Moreno, 2008: 37-38).

Es este sistema de pensamiento lógico el modelo a partir del cual se dotaría de cualidades tan especiales al gran investigador privado, protagonista analizado por Rafael Moreno. En efecto, Holmes, Sherlock Holmes, es un personaje dotado de una capacidad científica y metodológica que permiten la concatenación de indicios, hipótesis y la realidad de los hechos.

Se puede afirmar que Moreno González, por medio de una prosa limpia que atrapa la atención del lector, da cuenta de un creador y de un personaje, en el caso de Doyle seria desplazado por Sherlock, que logran, si se me permite en plural, amalgamar una narrativa a partir de buenas historias, misterios y el uso del método científico.

Te invito a leer este libro y a descubrir un ejemplo de combinación entre la literatura, el derecho penal y una de sus ciencias auxiliares, como lo es la criminalística; desde luego esto es … “¡elemental mi querido Watson!”

Material consultado:
Moreno González Rafael.  Sherlock Holmes y la investigación criminalística. Editado por el INACIPE. México, 2008.

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